domingo, 16 de diciembre de 2012

POEMA DE NAVIDAD PARA TIEMPOS DIFÍCILES

Cuelgo en este blog, aunque es posible que no sea la última entrada de este 2012, el poema que he escrito para felicitar las Navidades a familiares y amigos. Aquí os lo dejo, para todos aquellos que visitéis este blog durante estos días, deseándoos a todos una muy Feliz Navidad y un (aunque se prevé duro) Feliz Año 2013.


Poema de Navidad para tiempos difíciles
 
Mirando hacia el mar de las estrellas
cierro los ojos, alzo las manos y pido un deseo:
"Que la intensa luz de un nuevo año
nos proporcione la fuerza y la energía
para dibujar en nuestro rostro la energía
que nos iluminó en Navidades de antaño.
No dejemos que nos invada el desengaño,
ni que nos venza la tristeza día tras día;
seamos héroes con el valor y la osadía
para hacer felices estos días extraños.
Unamos manos y esfuerzos en esta travesía
contra los que nos llevan como a un rebaño
que anda siempre con el gesto hosco y huraño
de quien perdió la fe en tiempos de rebeldía."
Mirando hacia el mar profundo de vuestros ojos
alzo mi copa al cielo y brindo por vuestro triunfo.
Por los que amo y quiero y sois la luz del mundo.

miércoles, 5 de diciembre de 2012

CARLOS FENOLL - ANTOLOGÍA POÉTICA


He tenido (o tuve) la inmensa fortuna de que el poeta oriolano José Luis Zerón Huguet haya contado con mi modesta colaboración en la antología comentada del poeta Carlos Fenoll, amigo de Miguel Hernández, panadero y en cuya tahona se celebraban las conocidas tertulias de aquellos jóvenes poetas que dinamizaron la vida literaria de Orihuela en los primeros años de la década de los treinta.
La edición ha ido al cuidado de mi buen amigo, del excelente poeta, José Luis Zerón Huguet. Suya es la idea de llevar a cabo una antología con un enfoque diferente. Esto es, que un nutrido grupo de escritores (oriolanos o vinculados a Orihuela) plasme su visión personal sobre uno de los poemas más representativos de la obra de Carlos Fenoll. Surge, por tanto, una antología de mirada caleidoscópica, que aborda la figura y la obra del poeta desde ángulos muy distintos, desde prismas que centran su análisis en aspectos métricos y formarles, desde posiciones que abogan por un acercamiento a través de las emociones que los poemas provocan tras una atenta lectura..
Zerón Huguet, en el prólogo del libro (en la Justificación), nos muestra a Carlos Fenoll de una manera muy real, muy cercana. No trata, y se agradece que así sea, de mitificar al poeta, de colocarlo en un plano idílico que no corresponde. Todo lo contrario, nos acerca al hombre, al poeta que vive con sus conflictos personales, con sus deseos y sus carencias, con la aceptación de sus limitaciones. De esta manera se comprende mejor, se entiende perfectamente, la trayectoria vital y literaria de Fenoll. El análisis literario y humano de Zerón Huguet demuestra su conocimiento sobre el poeta, sobre la época que vivió, sobre las circunstancias que llevan a que su trayectoria creadora tenga altibajos y contradicciones. Los escritores José Antonio Torregrosa Díaz y Luis Mariano Abad Merino trazan, y complementan las palabras de Zerón Huguet, unos apuntes biográficos que amplían la faceta humana de este poeta que compartió -y alentó- la aventura poética de Miguel Hernández.
Con esta antología se cierra la celebración del centenario del nacimiento de Carlos Fenoll. Una obra elaborada con mucho y cuidado por parte de José Luis Zerón Huguet y con una altísima calidad en los análisis y comentarios por parte de todos los colaboradores: Luis Mariano Abad Merino, Ramón Bascuñana, José Francisco Blas Sánchez, Javier Catalán, Alberto Chessa, Atanasio Díe Marín, José Antonio Fernández, Roberto Fernández, José Luis García Herrera, Manuel García Pérez, Álvaro Giménez García, Antonio Gracia, Joaquín Juan Penalva, Aitor L. Larrabide, Mateo Marco Amorós, Fulgencio Martínez López, Santiago Montobbio, José Antonio Muñoz Grau, Luisa Pastor, Antonio Peñalver Ortega, José María Piñeiro, Javier Puig, Pepe Rayos, José Luis Rayos, José Ruiz Cases, Eva Ruiz García, José Antonio Sáez Fernández, Fernando Sánchez Guzmán, Pascuala Sandoval, Engracia Sigüenza Pacheco, Ada Soriano, José Antonio Torregrosa Díaz.

Os dejo aquí el poema sobre el cual realicé mi comentario:

PRIMEROS VERSOS PARA MAGDA

Corona de los viejos son los hijos de los hijos.
(Proverbio 17-6)



¡Niña, como yo quería!
al fin el buen Dios me ha hecho
el don de hacerte venir
de los huesos de mis huesos.

Que mi edificio de amor
estaba triste, incompleto,
sin una golondrinita
que hiciera el nido en su alero.

Niña y trigueña, y bonita,
de brujos ojitos negros
y manecitas de seda
que imantan la luz del beso:
si está dormida son como
dos florecitas sin viento,
despierta, son mariposas
de un vivo y dulce aleteo.

¡Niña, mi nieta, qué bella
realidad de mi deseo!

Corona viva eres tú,
guapa, de mis años viejos,
luz nueva en mi corazón,
nueva pasión de mis versos.

lunes, 8 de octubre de 2012

PABLO GARCÍA BAENA, Premio Federico García Lorca

Recibo, con alegría, la noticia de que al poeta cordobés Pablo García Baena le han concedido el premio Federico García Lorca de poesía. Una gran noticia y un más que merecido reconocimiento a la trayectoria de este gran poeta andaluz, al que descubrí tardíamente pero que fue un gran hallazgo para mí, cuando cayó en mis manos su antología El nocturno azahar y la melancolía (¡qué gran título!) en uno de mis viajes a Madrid. En el viaje de regreso fue leyendo cada uno de los poemas y sumergiéndome en especial mundo poético y en la magia con la que va disponiendo palabras e imágenes a través del verso. Como entre Garcías anda el juego, a ver si pronto yo también me uno a este selecto grupo de grandes poetas ;-)  Mi más sincera y cálida felicitación al maestro.

Bajo tu sombra, Junio...



Bajo tu sombra, Junio, salvaje parra,
ruda vid que coronas con tus pámpanos las dríadas desnudas,
que exprimes tus racimos fecundos en las siestas
sobre los cuerpos que duermen intranquilos,
unidos estrechamente a la tierra que tiembla bajo su abrazo,
con la mejilla desmayada sobre la paja de las eras,
la respiración agitada en la garganta
como hilillo de agua que corriera secreto entre las rosas
y los labios en espera del beso ansioso
que escapa de tu boca roja de dios impuro.
Bajo tu sombra, Junio,
yedra de sangre que tiende sus hojas
embriagando de sonrisas la pared más sombría,
la piedra solitaria;
Junio, paraíso entre muros, que levantas la antorcha de tus árboles
ardiendo en la púrpura vesperal,
bajo tu sombra quiero ver madurar los frutos,
las manzanas silvestres y los higos cuajados de corales submarinos,
la barca que va dejando por los ríos lejanos sus perfumes,
los bosques, las ruinas,
las yuntas soñolientas por los caminos
y el zagal cantando con un junco en los labios.
Quiero oír el inquieto raudal de los torrentes,
el crujido de las ramas bajo el peso del nido
y el resonante silencio de las constelaciones
entreabriendo sus alas como pájaros espumantes de fuego
al fúnebre conjuro de los nocturnos pífanos.
Bajo tu sombra quiero esperar las mañanas fugitivas de frescura
y los atardeceres largos como miradas
cuando todo mi ser es un canto al amor,
un cántico al amor entregado,
mientras las manos se curvan sobre las espaldas desnudas
y mis párpados se tiñen con el violento jacinto de la dicha.

Pablo García Baena
(del libro Junio)

  

viernes, 3 de agosto de 2012

FALLECE EL POETA VICENTE MARTÍN MARTÍN


Hace unos días, en el blog del poeta Paco Caro, Mientras la luz, me encontré con la triste noticia de que el pasado día 27 de julio falleció el poeta Vicente Martín Martín. Le conocí en Valdepeñas, cuando proclamaron el fallo del premio de poesía Amigos de Juan Alcaide, en septiembre de 2010 y, desde entonces, mantuvimos una relación cordial, enviándonos algunos libros y correos electrónicos. Era, en palabras de Paco Caro, "poeta a cada instante, en cada momento de la jornada. Poeta de la imagen imposible, siempre al borde de la interrogación, de la sorpresa". Suscribo cada una de esas palabras. Obtuvo numerosos reconocimientos en forma de premios -de los cuales compartimos el mencionado Amigos de Juan Alcaide, el Cafetín Croché, el Poesía erótico-amorosa del Ateneo Guipuzcoano...- y Vicente nos premió con su poesía, con su honesta manera de sentirse poeta, con su porte tranquilo y afable. Sirvan estas palabras mías como humilde homenaje y este poema que os dejo como ejemplo de un poeta que honró a la poesía con la pasión de quien sueña siempre, lejos de la vanidad, en un nuevo poema:

A veces hace frío,
tanto frío
que no cabe en las manos el nombre de una rosa.
Entonces llego a ti desafiando
el mundo que te ignora
y como alguien
que sabe que te ama y no conoce
todavía la infancia de tus pasos
ni tu aliento de hiedra ni el demonio
nocturno de tu sangre,
como alguien que te sabe con los labios elásticos
y un temblor de humedal entre las piernas
me hospedo en tu mirada, en la erosión
de una llama incruenta.
Y mientras dejo atrás todas las sombras
de las viejas guaridas, mientras cruzo
por los campos minados y tan sólo
los últimos rescoldos me señalan
la ruta de tu cuerpo
hago un acto de fe,
guardo la luz,
los pájaros,
tus ojos…,
al tiempo que repito muy despacio,
sin tocarte, tu nombre.
Y es que hace a estas horas tanto frío
que no cabe en las manos el calor de una rosa.

Vicente Martín Martín

viernes, 13 de julio de 2012

HORTS DE POESIA - Festival Internacional de Poesia de Sant Vicenç dels Horts

   Este pasado jueves, 12 de julio, en los Jardines de Can Comamala, tuvo lugar la 1ª edición del Festival Internacional de poesía de Sant Vicenç dels Horts. Festival que nace con el deseo de celebrarse anualmente y que, visto el gran éxito de público, tiene augurada su continuación por muchas ediciones más. En un marco ideal para dejarse llevar por la magia de la palabra, el Festival que han coordinado -con gran acierto en la selección de voces singulares y diferentes- los poetas Jordi Boladeras y José Antonio Arcediano, contó con la participación -no así la presencia, como explicaré- de los poetas: Màrius Sampere, Anna Aguilar-Amat (que compartió escenario y poemas con su traductor al griego, Vassilis Manoussakis), Estel Solé y Jordi Virallonga.
   Empezó el acto rindiendo un cálido adiós y un póstumo homenaje a Esteve Martínez, vecino de Sant Vicenç y, lamentablemente, una de las personas fallecidas en los aludes del Montblanc. Jordi Boladoras leyó unos poemas que tenían el mundo del montañismo como eje central y que expresaban las particularidades que viven las personas que aman la montaña y sus retos.
   El primero de los poetas a recitar, Màrius Sampere, no pudo acudir a la cita por enfermedad. Una inoportuna pulmonía le impedió asistir y a deleitarnos con la rotundidad de su palabra.

(Màrius Sampere)

   Sus poemas fueron recitados por dos rapsodas locales. Aunque no fue lo mismo (y la lectura fue un tanto desigual) la lectura mostró la fuerza poética, la imaginería en torno a la vida y la muerte, la pasión por la vida, que desprenden los poemas de Màrius. Era -su poesía- la mejor manera de abrir, de inaugurar, la 1ª edición de este festival. Sirvan estos versos del primer poema recitado "Koan", como ejemplo:
"També a vosaltres
us cridaran
pel nom, un a un, i naixereu,
tanbé un ajudaran
legions de dimonis, un dels quals seré jo."

   Después leyó sus poemas Anna Aguilar-Amat que, tras los versos más profundos de Màrius, puso una nota de desenfado al recital, con poemas que, desde la anécdota, desde aspectos de cierta cotidianidad, van adentrándose en la complicada red de sentimientos del ser humano. Plenos de juegos de palabras, de musicalidad. Recitó varios poemas de memoria, abandonó el atril para acercarse hacia el público, arrancó sonrisas y aplausos.
"Si un lloc és lloc de llocs
i és encabit
en algun altre, tu ja
no eres enlloc i eres arreu
tothora."

(Anna Aguilar-Amat)

   La segunda parte de su recital combinó la alternancia de los poemas recitados en griego por Vassilis Manoussakis que, desde una aparente simpleza en el plano formal, aportaba un hondo pensamiento filosófico sobre la vida, el paso del tiempo y de la muerte (muy hermoso el primer poema recitado, dedicado a un joven que murió un día antes de su aniversario y de recibir la visita de sus padres) y la versión al catalán que Anna leía posteriormente.

   En el intermedio para tomar una cervecita fresca servida por La Taska (buen servicio de bar, efectivo y rápido) nos reunimos varios poetas allí asistentes (Juan Luis López, Eduard Sanahuja, Estel Solé, Jordi Virallonga, Antonio García Lorente...) para improvisar una cordial tertulia en la que fuimos desde los poetas bilingües hasta el momento más idóneo del día para la creación para acabar hablando de futuros proyectos.

   Y cerró el recital el poeta barcelonés Jordi Virallonga, que aportó, con su poesía existencial y urbana, con su poesía de poso transcendental pero escrita con una peculiar ironía, con una personal manera de intercalar versos que hielan la sangre con versos que arrancan una sonrisa, el toque álgido para cerrar el recital. En sus poemas se condensa la esencia de la vida, las paradojas de la existencia, la gravedad del presente y las imágenes en blanco y negro de un pasado que marcan el camino de una vida que vivimos como mejor sabemos o entendemos que debe vivirse.


   La segunda parte se inició con la intervención de la joven poeta molinense Estel Solé i Casadellà que recitó poema de su libro Dones que somiaven ser altres dones, donde plasma imágenes, sueños, deseos, vivencias de todas esas personas que viven en nosotros y que hacen que cada uno sea diferente y especial, con sus realidades, sus miedos y sus sueños. La poesía de Estel busca esa parte animal que hay en cada uno, explora los rincones que dominan las pasiones y no la razón, con una gran carga física, de contacto y proximidad, de sensualidad y erotismo.

(Estel Solé i Casadellà)
Aquí un poema breve de Estel:
"Estimar-te va ser menjar una bossa de pipes
durant tota la tarda:
acabar amb els llavis inflats de sal
i tenir la desgràcia de deixar per al final
l'única pipa podrida de tota la bossa."

   Y cerró el recital el poeta barcelonés Jordi Virallonga, que aportó, con su poesía existencial y urbana, con su poesía de poso trascendental pero escrita con una peculiar ironía, con una personal manera de intercalar versos que hielan la sangre con versos que arrancan una sonrisa, el toque álgido para cerrar el recital. En sus poemas se condensa la esencia de la vida, las paradojas de la existencia, la gravedad del presente y las imágenes en blanco y negro de un pasado que marcan el caminos de una vida que vivimos como mejor sabemos, podemos o entendemos que debe vivirse.

(Jordi Virallonga)
De Jordi, os propongo estos versos:
"Pero el recuerdo, la pasión, la espera,
no son ya un lugar, una cama, un bar de barrio,
aquí está el futuro,
la estrechez sin su significado,
eso sé, y que estas cosas pesan, joder,
y asustan."

Para cerrar, felicitar a Jordi Boladeras y a José Antonio Arcediano por poner en marcha esta 1ª edición del Festival Internacional de Poesía de Sant Vicenç dels Horts, y a la Regidoria de Cultura por impusarlos y darles su apoyo, y a Josep Sagristà por el videopoema que puso punto final a la velada y a todos los que hicieron posible esta jornada poética tan especial.

martes, 10 de julio de 2012

LA BOLSA DE PIPAS, nº 86

Hoy, en el trabajo, he tenido uno de aquellos días poco gratificantes y agradecidos. Por eso, al llegar a casa, al abrir el buzón y encontrarme con esta pequeña joya que es este último número de la revista La bolsa de pipas que dirige, con gran acierto y mejor criterio, el escritor balear Román Piña, ha sido como un golpe de aire fresco, de alegría, de buen humor. Porque esta revista literaria -pero que va más allá de la literatura- destila modernidad, o postmodernidad, o vanguardia, o como queramos llamarlo. Tiene un trasfondo transgresor, una mirada oblicua hacia la realidad -o una mirada muy directa, nada contemplativa-y plasma lo último que se cuece en el mundo creativo, intelectual e inconformista. Este número -con una atractiva, sensual y refrescante portada, gracias a la belleza de la escritora Nadia del Pozo- está plagado de grandes aciertos y de textos que van de la poesía al relato, de la crítica a la entrevista, del ensayo al teatro. Mucho y de todo, concentrado en 80 páginas de una revista editada con gusto y desenfado. Os recomiendo, de verdad, y sin temor a que tengáis la sensación de perder el tiempo, a leerla. Para más información sobre las firmas que colaboran en este número -y para más información sobre la revista- os invito a que visitéis su página web:
No quisiera destacar en esta entrada ninguno de los artículos, textos y poemas de la revista porque creo que todos ellos merecen ser leídos y son textos muy buenos. Pero de lo que he leído destaco (es mi opinión personal) los textos de Nadia del Pozo y las Entrevistas tipo espalda de Román Piña, buenísimas y en un formato original donde los haya.
Bueno, pues eso, que ha sido un gustazo encontrarme con la revista y que, sin lugar a dudas, este día ya no hay quien, ni nada, que pueda mejorarlo. Gracias a los que han colaborado en este número. Y al resto, a pasar un buen verano, bajo una buena sombra (preferiblemente de árbol) y con La bolsa de pipas entre las manos.

domingo, 8 de julio de 2012

TODAS LAS MANOS DEL MUNDO, en euskera

El año pasado la Asociación Poesia en Acció, que dirige el poeta Guillem Vallejo, coordinó una antología para recaudar fondos y enviar ayuda al pueblo japonés que había sufrido una catástrofe con la erupción de un maremoto y el conseguiente tsunami. Mi modesta aportación fue este poema que ahora cuelgo en el blog. La singularidad de este poema reside en que apareció publicado en la versión castellana y su traducción al euskera, en un idea, una propuesta, de sumar cuantas más lenguas posibles a esta ayuda humanitaria. Traigo a colación este poema porque hace unos días me preguntaron a cuantos idiomas se había traducido mi poesía y, entonces, caí en la cuenta de que, en futuras reseñas bibliográficas, tendré que mencionar que, gracias al buen hacer de Roberto Mielgo, mi poesía también ha sido traducida al euskera. Aquí os dejo el poema y su versión.



TODAS LAS MANOS DEL MUNDO


al pueblo japonés

La tierra tiembla bajo tus pies y tus sueños se desploman

como un castillo de naipes que el rugido de la tormenta

derriba con el paso de los caballos desbocados del mar.

Entre el griterío de los escombros desaparecen las manos

que te guiaron por el sendero de la infancia y de la vida.

A tu alrededor se levantan las enormes columnas de humo

que ocultan las ruinas de una ciudad donde todo se pierde.

Sin padres, hermanos, hijos y amigos a los que abrazar,

lloras la pena de las marionetas sin hilos. Pero no estás solo.

Ten fe. Vendrán todas las manos del mundo a levantarte.


José Luis García Herrera - inédito


MUNDUKO ESKU GUZTIAK


Japoniako herriari

Lurrak dardarka zure oinen azpian eta zure ametsek behea jo dute,
kartekin eginiko gaztelua bezala, ekaitzaren orroak lurrera errausirik,

itsasoaren zaldiek daramaten lazterketa eroarekin.

Hondakinen arteko oihuetan desagertu dira

haurtzaroan eta bizitzan zehar eraman zintuzten eskuak.

Ke-zutabe erraldoiak altzatzen dira zure inguruan,

eta hiriaren hondakinak, dena desagertarazten dutenak, eskutatu egiten dute.

Besarkatzeko gurasorik gabe, anai-arrebarik gabe, seme-alabarik gabe,

haririk ez duten txontxongiloen negarra darizu. Baina ez zaude bakarrik.

Izan fedea. Munduko esku guztiak etorriko dira zu altxatzera.

Traducción de Roberto Mielgo

miércoles, 20 de junio de 2012

RESEÑA DE "HIELO", por VÍCTOR M. PÉREZ BENÍTEZ


El poeta malagueño (aunque nacido en Motril, con quien comparto origen sureño y mediterráneo) Víctor M. Pérez Benítez ha publicado en su blog (siroco-encuentrosyamistad) una reseña sobre mi libro "Hielo". La misma que, muy agradecido y honrado, os dejo a continuación. Muchas gracias Víctor por tu visión, por tus impresiones y por tu amistad.



Vuelvo a releer “Hielo” el poemario del poeta catalán José Luis García Herrera premiado en 2011 con el Premis Rei en Jaume organizado por el Ajuntament de Calvià con la necesidad de volver a refrescarme con su abanico de frescura que calme ésta vida tan acaloradamente dispersada por la crisis diaría de la prima de riesgo y otras zarandajas tan imperiosamente presentadas en todo momento y a toda hora en nuestras vidas, vida de hormiguitas zarandeada por la mano invisible del mercado.

Leo a mi amigo cercano en la sangre de la tierra (los dos procedemos de la rica y fértil vega de Motril) a la vez que leo a mi amigo Blas de Otero en una Antología también para mi totalmente imprescindible para éstos momentos; dice el poeta bilbaíno que la escritura como la vida es viento ligero y que publicar es como columnas arrinconadas, muy cierto y tan cierto como la necesidad de asistir a aprender y disfrutar de la vida sorbiendo éstas columnas que la necesidad hizo dirigir en la mano de los poetas.

El poemario de José Luis García Herrera, como toda su obra, está marcada por la sencillez y la fuerza de la nostalgia, le evocación de imágenes que produce su lectura es intensa por la emoción y el equilibrio que dirige su pluma, de hecho éste “Hielo” contiene algunos poemas que nos inducen al rescate de algunas de sus estrofas para elaborarlas y recrearlas como propias:

“ Soy un náufrago de nieve que huye sin documentos/frente a un mar con voces de sodio y de antracita/escribiendo la huella azul de mi silencio.”

La orfandad del silencio y de la lluvia de los violines, el azul del mediterráneo que acompaña en todo momento al poeta, las voces del tiempo y de la nostalgia que siempre marcan los pasos de la vida en todo momento y en todo lugar.

Es hermoso el poema “La sombra del silencio”donde el poeta encuentra su destino en el propio naufragio de la soledad, pero una soledad no ausente de otras porque siempre el hilo inextinguible e irrompible le une a las almas de sus otros yo:

“la vida es un hilo de sangre que une dos silencios/ en la larga noche de las huellas sin nombre.”

Y finalmente admite la pequeñez de su existencia con ésta estrofas magistralmente compuestas en una sonoridad y un ritmo extraordinario:

“soy huésped de mis ruinas. Todo lo que levanté/ no evitará mi pasaje al olvido, ni vendrán /caballos de la mar a calzarse mi nombre; allí/ donde aprende su lugar la sombra del silencio.”

Pero es en la ausencia donde el poeta encuentra su angustia más atroz y desesperada, allí José Luis García Herrera nos muestra el mayor de sus poderes, la fuerza pura de lo poético, el equilibrio del dolor que la ausencia destila en palabras poéticas como en ése breve poema “Veneno”:

“No hay palabras que cierren/las heridas del silencio. Ni miradas/que escarben más allá de la sombra./El paso lejano de la noche/aviva el deseode la mujer que añoras./Besas el perfume caído en las esquinas/de las almohadas. No hay veneno/más amargo que el frío de la ausencia.”

Así hasta veinticinco poemas, en ellos encuentras el cuaderno de viaje de una estancia en el norte de Europa, es un cuaderno de la propia vida contemplada como verdadera aventura, donde el poeta capta la esencia de los instantes como dice la frase que acompaña a su último poema “A su manera”: “En lo profundo hallarás lo verdadero”

Un poeta sin duda profundo y verdadero, donde como escribe finalmente: “No es el frío ni el hielo lo que temo;/ni ésta ciudad de cielos cubiertos y brumosos,/ni esta casa pequeña y en penumbras. /Es otro frío más intenso y crudo. Es el hielo/abrazado al puente de todas las distancias,/el arco negro de la ausencia, a las cartas/que hablan de otgro mar y de otras plazas./En lo profundo hallo la razón de mis desvelos./Y así, conociendo el lado de las sombras/donde pierdo la fe de mis palabras,/he salido a recorrer esta ciudad con otros ojos/y he aprendido a amar lo que por distinto/no deja de ser hermoso a su manera.”

Es en la sombra creadora donde nos encontramos maestro, es la umbría donde nuestras almas se encuentran y se reconocen, gracias por estar maestro, gracias por tener la posibilidad de acercarme a tu viento ligero aunque se encuentre arrinconado en columnas.

Víctor M. Pérez Benítez

lunes, 11 de junio de 2012

RESEÑA DE HIELO por JOSÉ LUIS ZERÓN HUGUET


El poeta oriolano José Luis Zerón Huguet, con quien comparto poéticas y amistad desde más de dos décadas, ha publicado una (permitánmelo decir) excelente reseña en la revista digital Minuto Cero.es. Desde este blog quisieraa manifestar mi agradecimiento a José Luis Zerón por el minucioso estudio sobre mi libro Hielo. Gracias, amigo.

Por los caminos del frío

Por José Luis Zerón
 

José Luis García Herrera, nacido en Esplugues de Llobregat en 1964, es rapsoda, crítico literario, narrador y antólogo (en 1994 tuvo el detalle de incluirme en la antología Los nuevos poetas, editada por la inolvidable Seuba, y nos hicimos amigos. Siempre le agradeceré aquel espaldarazo), pero por encima de todo en un veterano poeta con dieciséis títulos de poesía y varios premios importantes a sus espaldas, merecedor de un mayor reconocimiento por parte de la crítica. Sus primeros poemarios, Lágrimas de rojo niebla (1990, Premi Vila de Martorell 1989) y Memoria del olvido (1992) son imaginativos, arrebatados, intensos, con una tendencia visionaria y marcadas influencias del surrealismo, el Neruda más metafórico y los poetas de la Generación del 27, especialmente Vicente Aleixandre. En su tercer libro, Código privado (1996) inicia una evolución hacia una poética templada, lúcida, transitiva, de hondo contenido humano, que podríamos llamar figurativa.


Hielo, último libro de poemas publicado por el autor (Premio Rei en Jaume, 2011) tiene una relación argumental con dos poemarios suyos: Mar de Praga (2005, Premio Blas de Otero 2004) y Cuaderno de Britania (2010, Premio Juan Alcaide, 2010). En mi opinión, los tres poemarios conforman una trilogía sobre el viaje como metáfora en la poesía de José Luis García. El título de este último es escueto, sentencioso y sugerente. Tiene un doble sentido geográfico y existencial, pues alude al clima nórdico, inhóspito, cuando no agresivo para un hombre mediterráneo, y a la crisis anímica del poeta, desamparado, solo y a la deriva con sus íntimas catástrofes por una ciudad que les del todo ajena y con la que, no obstante, se identifica. De hecho, la nieve y el sentimiento de orfandad son los dos núcleos temáticos de este libro que se abre con el poema El viaje (Madrid- Copenhague):“El viaje posee matices de destierro./ No solo es la distancia física la que separa/ el tacto cercano de los cuerpos. Hay otra distancia –la cotidiana, la afectiva-/ abriendo un abismo en las fronteras del corazón./ El viaje recorre ambas distancias, las aleja,/dejando en el ánimo cierta sensación de desamparo, de orfandad, de pérdida/ ante los miles de personas que cruzan/ la amplia terminal del aeropuerto”.

El libro continúa con poemas que son breves anotaciones de un estado de ánimo cercano a un naufragio que no llega a consumarse. El poeta, turbado flâneur, se mueve por la capital danesa, camina por sus calles y plazas, siente el frío de la noche, se refugia en los cafés. Le fascina la tierra del Norte y al mismo tiempo experimenta los rigores de un viaje que tiene muy poco de iniciático y mucho de ritual fatalista: “Es otoño, pero parece invierno. Lejos de aquí/ mi madre cose el silencio de la casa/ que han abierto sus hijos con la ausencia (…) El frío de la noche borra las huellas de mis manos/. Todo enmudece. Todo adquiere el color blanco /que anuncia el mar de la nostalgia/ y la negrura espesa que precede al silencio. / Lejos, muy lejos, mi padre lee unas cuartillas/ las palabras que no sé decirle por teléfono./ El frío de la noche ha cerrado las puertas”(El frío de la noche).


La nostalgia y la poesía son asideros contra la soledad y la intemperie (“La poesía es mi refugio”, escribe el autor), si bien también pueden tener aristas: “un verso me descubre la tormenta interior/ en la que desordeno la verdad de la lluvia.” (caminos cruzados). “Soy huésped de mis ruinas./ Todo lo que levanté/no evitará mi paisaje al olvido (…)” (La sombra del silencio). La palabras no siempre consuelan, ni posibilitan el acercamiento a la vida: “No hay palabras que cierren/ las heridas del silencio. Ni miradas/ que escarben más allá de la sombra/ El paso lejano de la noche/ aviva el deseo de la mujer que añoras./ Besas el perfume caído en las esquinas/ de las almohadas. No hay veneno/ más amargo que el frío de la ausencia (Veneno). Y esa ausencia omnipresente percute con dureza en el poema Hablando solo, así como en los versos finales de Gammel Kongevey (“Nadie me ayuda/ a recoger los escombros/ de mis propios pasos”) y en ese tierno poema titulado Compartimos soledad –no exento de patetismo- dedicado a la sirenita, la escultura más famosa de Dinamarca: “Nos une esa mirada perdida en el vacío, ese destino/ trazado sobre las olas frías de la espera”.


José Luis García Herrera ha trabajado este poemario con un lenguaje austero que refrena el ensueño y el estallido del caos. Los poemas parten de pequeñas anécdotas biográficas y de lugares comunes, pero concluyen en lo esencial. Son sentenciosos –a veces casi aforísticos-, translúcidos, monocromáticos y silenciosamente tormentosos, aunque sensitivos. Con un tono entre lírico y narrativo, el poeta expresa su soledad, su tristeza, su perplejidad, y lo hace sin énfasis, con una serenidad estoica. El discurso de Hielo está elaborado con la sustancia personal del autor, pero no es solipsista o egocéntrico. El confesionalismo, siempre lúcido y evocador, está dotado de una sincera humanidad. El lector puede entrar en él y hacerlo suyo sin el menor esfuerzo. El paisaje frío y crepuscular por el que transita el poeta, allí donde acontece la ruptura de la luz, es también el camino para llegar al fondo de la realidad.


Pese a todo, Hielo tiene sus epifanías cotidianas, sus momentos de esperanza –la esperanza anida en la ausencia-, emotividad e íntima y fugaz felicidad: “Hoy es hielo lo que encuentro/ a cada día que pasa. /Con la ilusión del niño/ que ignora que todo juego acaba/ me aferro a los aromas de este sueño/ que puebla de naranjos mi almohada (sueño). En el mismo tono de reconciliación con la realidad están escritos los versos finales de Color de tu presencia: “Guardo en mis labios el sabor de los tuyos…/ El calor de tu presencia abriga mis sueños./ Y al regresar a la calle, al mar de la noche, / los puñales del frío ya no hieren mi carne/ ni me roban la sonrisa los fantasmas del hielo”. Y también los versos esperanzados de A su manera, el poema que cierra el libro: “He salido a recorrer esta ciudad con otros ojos/ y he aprendido a amar lo que por distinto/no deja de ser hermoso a su manera”.


José Luis García Herrera ha escrito con palabras sencillas un libro de poemas equilibrado, maduro, medular, que nos aflige y conmueve por su melancólica belleza.

José Luis Zerón Huguet

lunes, 30 de abril de 2012

HIELO, Premio Rei en Jaume 2011


Esta es la portada de mi último libro de poesía publicado hasta la fecha. Se titula Hielo y con él obtuve el premio Rei en Jaume de poesía castellana en la edición del año pasado. Este premio está convocado por el ayuntamiento de Calvià, en Mallorca, y editado por el propio ayuntamiento. El pasado mes de septiembre tuve la suerte de asistir al acto de entrega de los premios y de disfrutar de una espléndido noche de finales de verano en compañía de los escritores Inés Matute y Román Piña.
El hilo de conductor de este libro es la ciudad de Copenhague, el frío del invierno y la soledad. Un cóctel donde el hielo se convierte en denominador común de unos sentimientos y unas reflexiones que buscan la calidez y la cercanía de la palabra y la poesía.
Como pequeña muestra de los poemas que reúne este libro os dejo uno titulado Paseo por Nyhavn.
Si alguien desea adquirir un ejemplar, no tiene más que ponerse en contacto conmigo.


PASEO POR NYHAVN

Si quedara una silla frente al mar
o una roca blanca
sobre la que sentarse con una cerveza
y un libro de poesía de Antonio Gamoneda,
o un ángulo muerto
desde el cual espiar a dos mujeres gesticulando
y hablando sobre los meses de verano,
me quedaría quieto, con los ojos cerrados,
escuchando el rumor de un agua lenta
descifrando los versos escritos sobre el hielo
que gotean la savia de su esencia
por manos adiestradas a peinar
las contradicciones del viento.

José Luis García Herrera

viernes, 6 de abril de 2012

DEPREDADOR, de Pilar Sanabria Cañete


Pilar Sanabria Cañete (Córdoba) es una de las poetas más originales de la poesía andaluza (y española) actual. Escribe con una entrega total, sin concesiones, sin gestos a la galería. Su poesía es valiente y decidida. No hay artificios, ni trucos, ni subterfugios. Una poesía concebida para hacer temblar columnas y, a su vez, para calar hondo en los cimientos del sentimiento humano. Afortunadamente, hoy, escribir poesía lésbica, está dentro de una normalidad aceptada por una gran mayoría (aún hay quien se escandaliza y se rasga las vestiduras); pero, más allá de los géneros, Depredador es un libro de poesía amorosa. Y así debe entenderse y quien no quiera entenderlo así que se aplique la canción de Mecano, Mujer contra mujer. Dicho esto, el libro de Pilar, Depredador, está dividido en dos partes, la que da título al libro y Disidencias. En la primera de ellas está el eje central del poemario, ese juego carnal, amatorio, lésbico que, como todo círculo amoroso, congrega certezas, dudas,`pasiones, necesidades, soledades, locura, extravío... Porque el amor nos sitúa en el centro del mundo y somos todo o nada dependiendo de la realización y confirmación de ese amor que nos vive o nos mata.
Si decía al principio que la poesía de Pilar es una de las más orginales me refería, y me refiero, al lenguaje que utiliza, al sentido que ese lenguaje adquiere en sus poemas, al enfoque y desarrollo de sus poemas. No hay conformismo en su poesía, no existe la indiferencia entre sus versos. O te atrapa o te rechaza. Y es fácil
caer en la fascinación de su poesía.Sus imágenes son sugerentes, poderosas, telúricas. Cuando lees sus poemas dices: "no había leído antes nada que se pareciese, que desprenda esta fuerza". Y ésta, entre otras, es una de las grandes virtudes de la poesía de Pilar Sanabria. Por esa razón cada nuevo libro de Pilar ha sido un hallazgo y un descubrimiento. Cada libro es un nuevo prisma de su personalidad, una nueva manera de conocer su sensibilidad poética.
En la segunda parte, Disidencias, el amor sigue siendo, aunque de un modo menos visible, el motor de los poemas. Pero allí, son otras las inquietudes que incitan al poema, son otras las razones las que desgranan los versos. La locura de la pasión da paso al razonamiento, a la comprensión de su lugar, su momento y su tiempo.
Como ejemplificación de todo lo dicho, aunque un poema no puede condensar las claves de un libro, os dejo uno de los poemas que más me ha gustado. Que lo disfrutéis.

DEPREDADOR DE TUS PIERNAS

Un arácnido se incuba en tus piermas
y asesina el esmalte del tiempo
zarpa hacia ellas con una señal de sádica sed
para que ellas se abran
como una tijera nocturna
en medio de una herida.
El arácnido hostiga su borrosa fiebre
de deseos ingrávidos e insomnios
y cava su nido
en ese escalofrío donde te insinúas,
en ese palpitante relámpago
que es la flor entregada de mi posesión.
Tus piernas perturban el idioma de mi vértigo,
son los visionarios árboles de mi madrugada,
se depositan en el cosmos más vehemente
de mis manos.
Su recorrido es un oráculo
para la llanura de mi boca.
Soy araña en tus pantorrillas fecundas,
tejo mi tela de teselas en tu talón tatuado
con una media luna de lujuria.
Y en tus muslos me aguarda
un abismo azul encaramado a la locura.

Pilar Sanabria Cañete

viernes, 10 de febrero de 2012

EL VIAJE DEL INVIERNO, de Alicia Aza

Con El viaje del invierno la poetisa madrileña Alicia Aza obtuvo el premio de poesía "Rosalía de Castro" 2011, convocado por la Casa de Galicia en Córdoba y publicado en la editorial ruteña Ánfora Nova que dirige el poeta José María Molina Caballero. Una edición muy cuidada, como todas las que publica esta editorial. Y es que realmente se nota cuando es un poeta el que está al cuidado de la edición de un libro de poesía. Ya hace algunos meses tuve la oportunidad de reseñar "El libro de los árboles", el primer libro de Alicia Aza y también publicado por la editorial Ánfora Nova.
El libro se divide en tres partes: Las rutas de los sentidos, Los ecos de la distancia y Las miradas del invierno. Tres partes que, aunque diferencias entre sí, están entretejidas por un hilo común que las engarza en un discurso sereno, melódico y reposado que convoca y habita las estaciones del tiempo (como un viaje en un tren de ida y vuelta por la memoria) y de la vida.
Destaca, en la poesía de Alicia Aza, el magnífico dominio del ritmo poético, principalmente el uso del endecasílabo, con el cual consigue que su poesía discurra con la sinuosidad de un río abriéndose paso a través de los diferentes niveles de la tierra, y del alma. Y en ese aspecto integrador entre ser humano y naturaleza cabe ubicar la poesía de Alicia, que se nutre de elementos muy significativos como son los árboles, las flores, los frutos, la tierra, el agua, los pájaros, las hormigas... En esa fusión con la naturaleza, con el cosmos, ee como se comprende la grandeza (o la insignificancia) del ser humano en un entramado complejo de fuentes creadoras.
Pero este es un viaje a través de una realidad tangible (las cosas que nos rodean y nos maravillan) y las no tangibles (el tiempo, los sueños, las emociones...) desde la perspectiva de una madurez creativa y existencial. Ese viaje donde la alegría por lo vivido y la nostalgia por lo perdido convergen para trazar la sabiduría de un verso que evoca con idéntico lirismo y pasión (a veces desbordante, a veces contenida) el camino recorrido para llegar a las puertas del jardín del invierno. Es un paisaje de escenas vividas y soñadas, de un aliento cálido que aleja a las huestes del frío verso a verso, de una realidad cercana, contada (o cantada) con una actitud vitalista ante la vida y ante el camino que resta aún por recorrer.
El libro está dedicado a la memoria de Juana Rotabitarte Cortache e, imagino que el último poema del libro (que aquí reproduzco), también.

WINTERREISE

Se cerró el firmamento de tus ojos
párpados compasivos del instante
que vela la memoria congelada.
Terminaste tu viaje del invierno
dormida bajo un cielo sin epílogo
cristal opaco de tus manos muertas.
Lo supe al escuchar la voz errante
en el mar que te quiso misteriosa
y en el camino lleno de jilgueros
posados en las ramas impacientes
de árboles que supuran horizontes.
La luna sangra con la noche estéril
el tiempo liberado de olas negras
y náufragos silentes que dormitan.
Al ver la placidez clara en tu rostro
lágrimas de colores punzan mi alma.

Alicia Aza

martes, 7 de febrero de 2012

AUNQUE ES DE NOCHE, de Vicente Sabido

Tendría que remontarme a la noche de los tiempos, a mi lejana memoria de juventud, para rememorar el instante en que, en la modestísima biblioteca de Sant Andreu de la Barca, allá por el año 1984, llegaba a mis manos una antología de poesía joven española titulada "Florigelium". Fue un descubrimiento deslumbrante y que me permitió conocer la poesía última que se publicaba en España por autores nacidos, en su gran mayoría, en la década de los 50. Con el tiempo he tenido la oportunidad de conocer a algunos poetas de la antología como José Lupiáñez, Miguel Mas, Antonio Enrique y, más recientemente, Vicente Sabido. Vicente tuvo la gentileza, hace unos meses, de enviarme un libro excepcional y de los más renombrados en la década de los 90, Aunque es de noche.
El título y la cita que abre el libro rinden homenaje al insigne poeta San Juan de la Cruz, figura primoridal para entender la poesía existencial, las ideas de un hombre adelantado a la sensibilidad de una época de grandes claroscuros y contradicciones.
Como he dicho, el libro de Vicente fue un libro capital en la época de su publicación y sobre él se escribieron críticas y reseñas por firmas de grandes estudiosos. Por tanto, intentar analizar las claves, por mi parte, me parece un tanto presuntuoso. Pero esto no resta, claro está, que pueda plasmar aquellos hallazgos y virtudes que he encontrado en la lectura atenta y reposada que he ido realizando en estos últimos días. Aunque es de noche es un libro que mira hacia el pasado con emoción, con añoranza y, en algún punto, con cierta rabia. Pero una rabia que no va destinada a situaciones vividas en la infancia, y sí a la situación social de una España gris que le toca vivir. Así pues, hay poemas dedicados a la tierna infancia, poemas a la juventud que le obliga a tener que alejarse de su tierra para realizar los estudios, poemas de amor y de ausencia (algunos deliciosos) y poemas, los últimos del libro, hacia esa España oscura que hacía aún más dura la vida en las zonas menos favorecidas.
Es un libro de una intensidad lírica de un enorme calado. Vicente domina el ritmo poético con una gran maestría. Sus palabras colorean el paisaje y le dan vida y luz a los sentimientos. Es cierto modo, leer sus poemas es introducirse en un viaje. Un viaje interior y un viaje hacia esas experiencias que, en cierto modo, y con matices de color muy parecidos, hemos vivido los que, aunque sea un poco más lejano, estamos cerca de esa generación.
Os dejo un poema que, a mí, me parece bellísimo y de una gran altura poética.

LA NOCHE OSCURECIÓ LABIOS Y ROSAS

La noche oscureció labios y rosas.
La noche acarició labios y rosas.
La noche vino fiel a nuestra cita.

Sonaba tu sonrisa en la negrura.
Sonaba tu sonrisa sobre el llanto
del viento y las cascadas en lo oscuro.

Un órgano barroco, un clavicémbalo
tremaba en mi interior y respondían
las fibras de tu sangre a mis adagios.

Las uvas del otoño, los jarales,
el cielo acharolado, la hojarasca
del parto vegetal eran el ámbito

mullido del amor. Y puse un beso
en la fresa partida de tu boca
que dulce se rindió. Pensé: supieras

quién es el que te abrazay te susurra
requiebros encendidos. Si pudieras
llegar a tocar fondo en el misterio

del triste vagabundo que acaricias
que está muriendo a chorros y no puede
morirse de una vez porque tú existes.

Sentí tu corazón dentro del mío
latir a mi compás. Y juré al cielo
luchar hasta morir por merecerte.

Vicente Sabido 

lunes, 6 de febrero de 2012

ANALJASILASA, de Antonio Fernández Verdú


Mi buen amigo, poeta y editor, José Luis Zerón Huguet, me envíó hace unas cuantas semanas un ejemplar del libro Analjasilasa, del poeta Antonio Fernández Verdú, publicado -en una edición preciosa, innovadora, rompedora, muy acorde con el tono transgresor del texto- por ediciones Empireuma, de la cual J.L. Zerón es alma mater.
El título del libro, que puede resultar extraño, responde a una metátesis que distorsiona el contenido de la palabra "analgilasa" convirtiéndola en un vocablo sugerente pero desprovisto de significado. Es un medicamento para combatir dolores moderados. El libro está dedicado a la memoria de Pedro Medina y José Antonio Medina "El pájaro".
En las dos elegías que abren el libro y en la breve introdución el lector entiende la relación entre el poeta y los homenajeados y las razones que conducen al título del libro. Una poesía que, siguiendo el espíritu que la forja, bordea y penetra los ámbitos de la locura. Desde el cielo a los infiernos, desde la claridad a la oscuridad, desde la realidad a los sueños transformados en pesadillas. Los poemas se transforman, suceden, como fogonazos de luz en la negrura más absoluta. Como un tratamiento de choque. Como la terrible verdad, como la lucidez más embriagadora, que debe suministrarse en dosis breves para no sucumbir en las redes asfixiantes de la locura.
Nos dice J.L. Zerón Huguet, en las solapas del libro, que Analjasilasa es un poema deslumbrante y oscuro, hermético y expansivo, y, sobre todo, unívocamente personal. Después de su lectura suscribo cada una de estas palabras. Es un libro oscuro y hermético, sí, pero a la vez te atrapa y sigues, estrofa a estrofa, buscando el final por ese recorrido hipnótico que te lleva por caminos existenciales, quebrados y complejos. Un libro que, como todo donde se aloja genialidad o locura, rechaza la indiferencia.

Medina azahar palmera
Pájaro
.......en tu absoluto discurso
cenital
.......de alas..ramas..nubes
 y cuchillas ciertas
.......inserto mi pluma
más esteril ahora sin
.......tu asertiva crítica
telurorreicosideral..y...ducha

.......Y levanto un vaso oscuro de
densa miel por tu vida...

.................septiembre 2010

viernes, 3 de febrero de 2012

RESEÑA DE "EL RECINTO DEL FUEGO", POR LUIS VEA GARCÍA


El escritor, poeta y crítico Luis Vea García, en un artículo titulado "Transición entre poemarios", donde reseña y analiza las claves de 3 libros de poesía, dedica estas hermosas líneas a mi libro El recinto del fuego. Palabras que agradezco en todo lo que valen y dejo aquí plasmadas.

Es el poemario de José Luis García Herrera(1964), El recinto del fuego, un poemario más reposado, no en vano el autor tiene en su haber más de una decena de libros. El presente fue premiado por el Ateneo Guipuzcoano en el año 2007 como ganador en el Premio Internacional de poesía erótica-amorosa. Es pues un libro que canta al amor y se centra en el amor erótico. El autor traza un itinerario amoroso que va a la par de un itinerario a través de puntos geográficos junto al mar. García Herrera los va recorriendo y vuelve a unos una y otra vez con denuedo, porque sabe encontrar el momento en el que la pasión se desbocó. Sus versos son versos llenos de palabras, a veces quizá excesivos, derramados. De una calidez que atrapa y desborda.
Porque el amor está concebido como un estallido de sentimientos, como las olas y el mar a los que alude continuamente a través de ese itinerario geográfico que es también un itinerario a recorrer en el cuerpo de una mujer. La reiteración de determinadas palabras da el tono del libro: sangre, besos, carne, olas, labios, torso, desnudez…
El verso de García Herrera es un verso muy cuidado. El autor selecciona las palabras y acaba embrujando con el derroche de melosidad que destilan sus versos. Y no sé por qué razón su poemario me ha llevado a recordar ese otro del gran Vicente Aleixandre titulado La destrucción o el amor.
El verso de José Luis García Herrera es también un verso rotundo que en algunos casos prodiga unos buenos cierres (p.25):
“Solitario me alejo hacia los muelles
donde algunos balandros zozobran y gimen
su largo abatimiento de caballos apresados.
Me alejo con los brazos abiertos sobre el aire,
me retiro sin volver la mirada”

Y también este magnífico verso final (p.27):
“Ser y ser en otro, dices y eternizas”

Versos sin rima con aroma clásico.

miércoles, 1 de febrero de 2012

PRESENTACIÓN DE "TARDES DEL LABERINTO" EN EL HORIGINAL



El pasado jueves 26, en el Horiginal, se presentó la antologia "Tardes del Laberinto" que recoge poemas y textos de una gran mayoría de los poetas que participan, de manera más o menos asidua, en las tertulias que el grupo "Laberinto de Ariadna" organiza en la "Sala dels Escriptors" del Ateneu Barcelonès. El Horiginal es algo mucho más que un bar. Es un lugar que convoca e inspira cultura. En una sala preparada para actos minoritarios (y no tan minoritarios), decorada con gusto, con una estanterías repletas de libros, un pequeño escenario y una generosa cantidad de mesas y sillas, se llevó a cabo la presentación de un libro editado con exquisito cariño por parte de Amalia Sanchís, directora de Parnass ediciones. El acto, la presentación del mismo, corría a cargo de Alfonso Levy y Eva Hibernia. A Eva no la conocía, pero supo transmitir una simpatía contagiosa y una espontaneidad propia de la buena actriz que es. Con Alfonso volvía a reencontrarme muchos años después. De Alfonso Levy poco puedo añadir. Quien le conoce sabe de su extrema generosidad y su impronta poética. Lleva la poesía puesta y todo se convierte en poesía cuando habla. Recordó, al presentarme, nuestro encuentro en el Ateneu, en un acto de Poesia en Acció. Rememoró la charla de dos tímidos que, durante el descanso del acto, compartieron vivencias poéticas mientras degustaban un vaso de chocolate requemado y unos melindros algo duros. Y recordaba un verso del poema que leí en aquella ocasión. Prodigiosa memoria la de Alfonso. El acto, como no podía ser de otra manera, destiló poesía, destiló amistad y destiló "buen rollo". De todas las menciones que se hicieron durante la presentación quisiera destacar la del poeta y pintor Felipe Sérvulo. Felipe es el gran culpable (en el buen sentido) de que "El laberinto de Ariadna" sea un punto de encuentro donde todo el mundo que ama la palabra, la literatura, la poesía, se sienta como en su casa, rodeado de buenos amigos, de grandes amigos. Y todo ello, desde la humildad más sincera y más sana. Toda esa grandeza desde el simple gesto de un estrechón de manos y una sonrisa.

martes, 17 de enero de 2012

PRESENTACIÓN DE LA ANTOLOGÍA "TARDES DEL LABERINTO"



La tertulia del Laberinto de Ariadna os invita a la presentación de la Antología "Tardes del Laberinto" que recoge poemas y microrrelatos de más de 50 de sus miembros. El acto tendrá lugar el día 26 de Enero, jueves, a partir de las 19:30 en la sala poética del Horiginal, calle Ferlandina 29, Barcelona (junto al MACBA). Recitarán bastantes de los antologados, entre ellos yo mismo.
A la presentación se le ha denominado "Fiesta de la poesía". Y lo que se pretende es eso, que sea una fiesta de la palabra -que no es poco- desde diferentes aspectos, formas y visiones/versiones.
Con la esperanza de reencontrarme con muchos -y buenos- amigos, os dejo uno de mis poemas que aparecen en la antología.

Horas de papel

Vas juntando memoria a las palabras. Vas creando
al hombre que ya no está en ti: que vive en ti
pero con otra sombra, con otra mirada, con otra voz.
Ese hombre que recita en la sala en penumbra,
con los ojos cerrados, con los pies en aquella plaza
donde el sol del invierno defendía el rumor de los sueños.
Hoy caminas desde la memoria. Desde aquellos versos
que guardas en viejas carpetas azules, muy juntos,
reuniendo cada pedazo de ti, cada jirón de esa vida
que tan sólo existe en esas páginas, en esa memoria
que transforma la sangre en versos y las lágrimas
en horas de papel y voces en el alma.
Cada día es más larga la mirada. Cada día
más palabras se pegan a tu piel y escriben
la memoria de ese hombre que siempre va contigo.


del libro Las huellas del viento


José Luis García Herrera

jueves, 12 de enero de 2012

SOBRE LA OBRA DE JOSÉ LUIS ZERÓN HUGUET


Son muchos, pero nunca serán demasiados, los años de amistad que me unen al poeta oriolano José Luis Zerón Huguet. Su poesía me deslumbró por aquellos años olímpicos del 92 y me acompañó en la aventura de la antología Los Nuevos poetas. Es un poeta que, más allá de la amistad que le profeso, recomiendo leer encarecidamente.
Aquí os dejo una reseña que sobre su obra poética ha realizado, con gran acierto crítico y de análisis, Manuel García Pérez. Yo suscribo sus palabras. Con la esperanza de que este texto os animará a leer la poesía de mi buen amigo.

Poética en torno a la obra de José Luis Zerón. El éxtasis en los escombros.


Manuel García Pérez



La presencia de un autor como José Luis Zerón Huguet dentro de las poéticas de nuestro país, a lo largo de estas dos últimas décadas, supone la constatación de una pulsión constantemente renovadora, con influencias heterodoxas que abarcan desde la mística de pensamientos filosóficos y religiosos hasta la renovación poética postromántica de Trakl.
Me ha reconocido el propio creador en más de una ocasión, durante largas conversaciones, desde que me involucrara en La Lucerna y en Empireuma, que la escritura adolece de esa satisfacción plena que presupone expresar lo que uno quiere para describir con suma precisión los procesos que incurren en el mundo. La escritura se comprime, adquiere escasas significancias ante la complejidad del mundo cuando las palabras intentan confluir en ese hostigador proceso de mímesis y superación de la mímesis de todo lo que percibimos. Por tanto, los poemas de Solumbre (1993) o Frondas (1999) surgen de esa frustración continua de soportar la gravedad de la realidad, su desbordamiento, frente a una escritura que continuamente desafía los límites de la significación, que escruta el mundo desde el barroquismo para contener esa imposición sensorial, extensa e indómita, que claudica en el propio paisaje donde también se ha iniciado.


Por esta razón, el simbolismo ha sido una constante expresiva en la estética poética de José Luis Zerón, que vislumbramos además en Ante el umbral (2009), un poemario de madurez que supone un punto de inflexión en la trayectoria del autor, seguramente tan importante en su carácter literario como en su pulsión vital. Porque los versos de Ante el umbral toman conciencia de la devastación, de la abrasión y de la implosión de la materia como una forma vivificadora de comprender la propia vida, con sus luces y con sus sombras. El poeta ha aceptado la inutilidad de la escritura y el hermetismo de obras anteriores, sugestivo y polisémico, se traduce ahora en unas imágenes más acordes con la exactitud de los referentes y lo que simbolizan; la consolidación de una subordinación mística y mixtificadora entre mundo y palabra, entre accidente y adjetivo, entre el objeto y la sustancia de los nombres.
A diferencia de unas tendencias marcadas desde finales de los ochenta, tras los postnovísimos, la poesía española se ha debatido en un nominalismo que ha dividido a los autores, movidos por intereses políticos en muchas de las ocasiones, sin percatarse de la pérdida paulatina de lectores: el ejercicio poético es desafortunado e inclemente, y está más cerca de la transgresión y del libertinaje que de una pose ideológica ante el mundo. La militancia poética de Zerón ha estado al margen de esas corrientes y su poesía ha configurado, en estos años, un imaginario propio, diferente a esas tendencias que dominaron los noventa, con unos símbolos perennes y con un lenguaje salmódico que rechaza la afectación y el yo, como se pudo comprobar en su visionario conjunto de poemas de El vuelo en la jaula (2004), anterior a Ante el umbral.


Después de un trabajo arduo de depuración formal, se logra una descripción metafórica del paisaje de nuestro entorno, pero con otra amplitud semántica; lejos del sobrecogimiento de lo que irradia el mundo, el existencialismo arraiga en estos versos como una necesidad reflexiva de un poeta que indaga en la noche, en la pudrición del vergel, en los márgenes de las charcas y en los efectos lumínicos del crepúsculo, no desde una perspectiva metafórica solamente, sino como confirmación de que la sustancia del paisaje, su intemporalidad, donde conviven la muerte y la vida constantemente, nos sobrevive, nos asombra y también nos fagocita; y en ese reconocimiento radica la autenticidad.
Vuelvo a releer algunos de los versos de Ante el umbral e intuyo esa latencia destructiva que el poeta ha experimentado para crear un discurso literario que concentra su técnica en el arraigo de un mundo propio, sin ambages, donde el paisaje, su paisaje, es una estructura del lenguaje. A partir de El vuelo en la jaula o Ante el umbral no tiene sentido analizar la poesía de Zerón desde forma y contenido. Su poesía tiene resonancias de un paisaje literario único porque es el mundo que ha elaborado el creador acatando la limitación de los significados y explorando, con cada uno de sus anteriores poemarios, la eficacia de sus símbolos; ya no hay intentos de recrear a través del lenguaje lo que percibe, sino que sus poemas, en Ante el umbral, ya son continuas resonancias de sus versos, de sus poemas, de su progresión estética desde que lo conociera hace veinte años. Zerón remite a su mundo literario y su literatura se proyecta hacia una ya concebida y otra que habrá de emerger. Esa investigación de su ritmo versátil, de su cadencia, rotunda como su antítesis, es inherente a las razones caóticas que permiten la existencia de todo lo que vive. De hecho, su poesía vive por razones caóticas que, con pasión enfermiza, el flujo del tiempo le ha permitido escribir por suerte para nosotros.